La caña no soporta temperaturas inferiores a los 0 ºC, aunque alguna vez puede llegar a soportar hasta –1 ºC, dependiendo de la duración de frio. Para crecer exige un mínimo de temperaturas de 14 a 16 ºC.
La temperatura de crecimiento debe ser a los 30 ºC., con humedad relativa alta y buen aporte de agua más que nada en regiones calurosas es mucho mejor su siembra ya que permite una buena cosecha.
Se adapta a casi todos los tipos de suelos, vegetando mejor y dando más azúcar en los ligeros, si el agua y el abonado es el adecuado. En los pesados y de difícil manejo constituye muchas veces el único aprovechamiento rentable. Únicamente en suelos ácidos, que no suelen existir en las zonas donde se cultiva la caña en España, crea problemas graves.
Tipo de suelo: Los suelos muy calizos a veces dan problemas de clorosis.
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